viernes, 2 de marzo de 2012

LA ÉTICA “VIRTUD O CARGA DEL ABOGADO”




  1. Introducción
  2. Diferenciación entre ética y deontología profesional
  3. Definición de ética
  4. La ética y el derecho
  5. Ética profesional del abogado
    a)    Factores que influyen en la vida del profesionista
    b)    Deberes sociales del abogado
  1. Normas de ética profesional del abogado
  2. Los mandamientos del abogado
  3. Ética en el mundo fáctico; virtud o carga del abogado
  4. Conclusión
  5. Bibliografía





1)    INTRODUCCIÓN


La razón que me motivó a realizar un estudio acerca de la ética profesional de los abogados se encuentra fundamentada en el hecho de que en la actualidad existe un sin numero de profesiones, de igual manera que millones de jóvenes estudiando cada una de ellas, los cuales al finalizar el curso de éstas serán profesionistas, pero ¿de qué sirve que en la sociedad existan profesionales que no cuentan con una ética para ejercer su trabajo?
En este caso, me centro en la ética de los abogados, no sólo por mi interés personal, sino ´porque ésta es una de las que causa mayor controversia en cuanto a su práctica en la vida laboral del abogado, la mayoría de la gente pone entredicho que un licenciado en derecho sea capaz de dirigir su vida profesional con rectitud, con una escala de valores, creen que lo único que los motiva a trabajar es una recompensa monetaria y dejan de lado al ser humano que existe y que vive en sociedad, que tiene una conciencia y un uso de razón que debe ser objetivo.

2)    DIFERENCIACIÓN ENTRE ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL
En estos tiempos la existencia de una ética profesional nos asegura un buen desempeño de un profesionista, pero es muy importante saber diferenciar la deontología profesional de la ética profesional para poder contextualizar ésta última y así cumplir el objetivo de este trabajo. La deontología profesional hace referencia al conjunto de reglas y principios éticos que regulan y guían una actividad profesional, mientras que la ética profesional es la disciplina que estudia los contenidos normativos de un  colectivo profesional.
Las normas de la deontología determinan los deberes mínimamente exigibles a los profesionales en el desempeño de su actividad, es por esto que suele ser el propio colectivo profesional quien determina dichas normas, y las recogen por escrito en los llamados códigos ontológicos.



3)    DEFINICIÓN DE ÉTICA

El término ética deriva del griego εθоϛ, que significa literalmente costumbre

Por esta razón se ha definido frecuentemente a la Ética como la ciencia de las costumbres.  A la ética también se le conoce como la filosofía moral, ya que atiende a la explicación y fundamentación filosófica del fenómeno moral y se distingue de la teología moral o ética teológica por su independencia lógica y metódica de la revelación cristiana.



4)    LA ÉTICA Y EL DERECHO

Entendemos por ética el conjunto de reglas de comportamiento y formas de vida por medio de las cuales tiende el hombre a realizar el valor de lo bueno. Consideramos que la ética es una disciplina de la recta razón en el hacer.
Por su parte, el Derecho, en su significado etimológico, es lo que no está inclinado ni a un lado ni al otro, lo cual se traducen una forma de orden; también se entiende como como lo “recto”.
Debemos tener en cuenta que el contenido de la ética es la moral.  El Derecho y la moral deben caminar paralelamente, ya que ambos complementan y se apoyan. Así los principios jurídicos se sustentan en razones que buscan el desarrollo positivo del individuo y de la sociedad.


5)    ÉTICA PROFESIONAL DEL ABOGADO

Hay que tener conciencia de que existen diversos y numerosos factores que nos circundan como seres humanos y otros más, de manera singular, como profesionistas. De todos los existentes, considero por su grado de preeminencia los siguientes:
-          Familia: a la institución familiar la podemos analizar desde diversos enfoques, para los efectos de del estudio, centraremos la atención en la familia como origen de todo estímulo para el ser humano y, e particular para el profesionista.
Es en el ceno familiar donde recibimos los primeros lineamientos para formar nuestro carácter, donde se marcan y delimitan los extremos entre lo que es y debe ser. Por ello, la familia viene a ser una estructura básica que nos permite proyectarnos en todos los campos.
-          Amistad: es innegable que la amistad es un factor influyente en la vida del ser humano, y, en particular, del profesionista. Como complemento de la familia, la amistad constituye un estímulo vigoroso, sincero y desinteresado.
Consideramos que la amistad es un vínculo que une a los seres humanos y que tiene como base la confianza, la comprensión, la generosidad y la entrega desinteresada.
-          Estudio: No menos importante, el estudio, apreciado como un hábito para la formación profesional. Para los profesionistas en general y, par los abogados, en especial, el estudio consistente, tenaz y depurado constituye un elemento indispensable para lograr el éxito profesional.
El profesionista en general se debe a la sociedad, al bien común. De este compromiso público surgen los tres deberes sociales del abogado, los cuales son:
  • Responsabilidad profesional.- Se hace palpable en virtud de que como profesionistas, además de observar el exacto cumplimiento de la ley, contamos con un límite marcado por la norma moral. A la responsabilidad moral la ubicamos en el espacio cognoscitivo de la sanción interna dictada por la conciencia, que inclusive puede llegar a esta pugna con la percepción de la conducta externa, llámese social o jurídica.
  • Solidaridad profesional.- Se entiende como la suma de intereses que les son comunes a quienes ejercen la misma profesión y, en segundo plano, a todos los profesionistas de las instituciones de educación superior. La solidaridad profesional se manifiesta en dos aspectos: formal y moral, el primero se sustenta en la plataforma jurídica que establece el Estado por medio de los diversos ordenamientos legales, y el segundo se manifiesta cuando ésta se encuentra inspirada en la práctica de determinadas virtudes, tiene su principal fuente en la caridad.
  • Socialización del servicio.- significa que como profesionistas, además de cumplir con los mínimos requisitos que precisan las leyes, estamos obligados a que nuestro trato con los solicitantes del servicio se complemente con la práctica de determinadas virtudes que nos permiten despojarnos del egoísmo, el orgullo, la soberbia y la negligencia, como son la generosidad, la caridad, la sencillez.

6)    NORMAS DE ÉTICA PROFESIONAL DEL ABOGADO

De acuerdo a J. Honorio Silgueira, las normas que rigen la vida profesional de una bogado son las siguientes:
  • Trata de ser honesto como preparado en el ejercicio de tu profesión: tuyo será así el camino del éxito.
  • No engañes al cliente ni le hagas concebir vanas esperanzas. Háblale con franqueza, no le ocultes ninguno de tus pensamientos, dile toda la verdad.
  • No transijas ni con las malas causas, ni con los malos jueces, ni con los malos litigantes, ¡Baldón para ellos!
  • Ten confianza en la justicia y fe en la rectitud de los magistrados. No te consueles en la derrota pensando mal de la una y de los otros.
  • No hagas uso de la inmoralidad o injusticia de la ley, sino cuando te lo exijan ineludiblemente la fuerza de las cosas o las necesidades imperiosas de la defensa.
  • Sé prudente, firme y culto en todos tus actos. No desciendas nunca, ni para lanzar improperios o recoger inmundicias.
  • No juzgues mal de las intenciones o conducta del contrario, ni menoscabes la preparación de tus colegas, ni de nadie, sin tener motivo fundado para ello. Dignifica la profesión por todos los medios
  • No cristalices tu conciencia en la rutina. Estudia y consulta siempre. Ten cuidado con el error, que es humano.
  • Ocupa útilmente tu tiempo. No suscribas escritos indebidos, ni acumules montañas de papel en los juicios, ni uses dilaciones o procedimientos maliciosos, que no te acarrearán sino deshonor o descrédito. Cuida tu título, acuérdate de que has jurado.
  • Empuja siempre dentro de tu oficio y en tu medida la obra de nuestra evolución sociológica. No olvides el precepto bíblico: “no sólo de pan vive el hombre”

7)   LOS MANDAMIENTOS DEL ABOGADO

Eduardo J. Couture nos ofrece diez mandamientos que de acuerdo a su análisis nos ayudarán  a ser abogados exitosos y con una digna ética:
  • Estudia: El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día un poco menos abogado.
  • Piensa: El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
  • Trabaja: La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.
  • Lucha: Tu deber es luchar por el derecho, pero el día en que encuentres en conflicto el Derecho con la justicia, lucha por la justicia.
  • Sé leal: Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal con el Juez que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú le dices, y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.
  • Tolera: Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya
  • Ten paciencia: El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración
  • Ten fe: Ten fe en el Derecho como el mejor instrumento para la convivencia humana, en la justicia como destino normal del Derecho, en la paz como sustituto bondadoso de la justicia y sobre todo, ten fe en la libertad , sin la cual no hay Derecho, ni justicia ni paz
  • Olvida: La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueres cargando tu alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
  • Ama a tu profesión: Trata de considerar a la abogacía de tal manera que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga abogado

8)    ÉTICA EN AL MUNDO FÁCTICO: VIRTUD O CARGA DEL ABOGADO

Haciendo un análisis exhaustivo acerca de la ética profesional y lo que significa e implica llevarla a la práctica hablamos de que en el caso específico de los abogados resulta casi una misión imposible, obviamente es sumamente difícil en un mundo en el que la mayor parte de los profesionistas ya se encuentran corrompidos por el sistema burocrático, por la ambición personal y a los cuales se les ha obligado a entrar en él o quedarse fuera, sin ninguna posibilidad de progresar.
Aquel abogado que pretende tener una ética profesional debe aprender a navegar en la corriente, pero nunca dejar que ésta lo lleve y manipule a su antojo, es decir aprender a convivir en este medio pero sin perder sus valores que le han sido inculcados con anterioridad, desafortunadamente nos encontramos inmersos en un mundo muy globalizado el cual en lugar de alentarnos a conservar nuestra ética y principios como abogados nos coloca frente a un fuerte dilema “la necesidad contra nuestros principios”, pues cada vez es mas frecuente encontrar millares y millares de abogados buscando encontrar algún asunto para subsistir, sin embargo el mundo obliga y orilla a los abogados a actuar conforme se requiera, convirtiéndose en una especie de camaleón, cabe destacar que si tomamos en consideración que por lo menos en Tehuacán existen mas de doce Instituciones que cada año egresan mas de quinientos abogados de esta ciudad, mas los que ya existen, encontramos grandes dificultades, pues los mas propensos a tener que olvidarse de su ética y principios son los litigantes que apenas inician a litigar pues es su necesidad de subsistir y sufragar sus propios gastos contra sus principios y considerando que son los litigantes con cierta trayectoria los que acaparan la mayoría de los asuntos por la experiencia que los respalda, así como por sus grandes virtudes, pues para los principiantes no les queda mas que algunas migajas, motivo por el cual tienen que finalizar exitosamente sus pocos asuntos sin confundir que el termino exitosamente no se refiere necesariamente a lo recto sino al gusto del cliente, pues el cliente nunca valora ni valorará el hecho de que su asunto sea llevado conforme a derecho, él el único resultado que acepta es haber ganado, ya sea como actor o como demandado, todos van litigar como en un campo de batalla, pues en ese campo quien no cae por balas contrarias cae por fuego amigo, pues ningún abogado le va a decir a su cliente “su asunto ya está perdido”, aunque sepan que aún cuando hagan lo que hagan no lo ganaran, ya al final buscarán la manera de culpar a alguien para no decir  que ya lo sabían, motivo por el cual si realizamos un minucioso estudio de los abogados que tienen ética y la respetan nos daremos cuenta que es mejor responder en casa del jabonero el que no cae resbala o entre gitanos no nos leemos la mano, por lo que se puede concluir que a diferencia de otras profesiones en nuestro medio es muy difícil mantener una ética intacta, sin embargo no todo esta perdido si todos cambiamos de idea, pues la ética no es una carga es una virtud que todos tenemos que portar orgullosamente, la cual no solo nos va a proporcionar una gran satisfacción como abogados sino también darle una proyección al derecho, pues  el común de las personas creen que la carrera de derecho se estudia para trabajar no tan derecho, debemos de quitar esos estereotipos que denigran a nuestra profesión, el pasado es pasado, estamos a tiempo de darle una nueva visión al desarrollo profesional del abogado, solo dejemos de convertirnos en nuestros propios enemigos, dejemos de vernos como enemigos, pues aún cuando por cortesía todos nos decimos amigos la verdad es que esa palabra no la conocemos, pues amigo no es aquel que da un poco para pedir algo mas a cambio, lo mejor es dejar de crear profesionistas como serpientes que no se comen así mismas porque dejarían de existir, así mismo nos enfrentamos a otra gran problemática que es el supeditar el derecho a los caprichos de una persona, pues todos los abogados cuando litigan o practican el derecho lo hacen inclinándose hacia cierto lado de la balanza o sea del actor o demandado y en este juego también podemos considerar a los funcionarios públicos, pues tal pareciera que en lugar de obtener un titulo de abogados nos deberían de proporcionar uno de ingenieros, diseñadores o su equivalente, pues la mayoría a eso se dedica, a diseñar un supuesto y probarlo contra corriente, aquí es donde la ética se convierte en una carga y deja de ser una virtud, pues nadie quiera llevarla consigo.


9)    CONCLUSIÓN

Hablamos de la ética profesional como un punto importante y muy significante en la vida de todo profesionista, pero si consideramos específicamente a la ética profesional de los abogados, sabremos que es una de las que mayor controversia causa, al suponer la existencia de una “doble moral”. En la ética profesional del abogado van implícitos muchos factores que le hacen difícil el cumplimiento de sus valores, de las normas que se le recomiendan, de sus mandamientos y mucho más aún cuando la mayoría de los abogados no conocen estos mandamientos y sus colegas se encargan de hacer que los olvide, la mejor solución a esta gran problemática para todos los abogados es que consideren que la Licenciatura en Derecho en sus diversos ámbitos es la mejor de todas las profesiones, con el debido respeto que todas las demás profesiones se merecen y por lo tanto debemos de practicarlo con gran orgullo y respeto, de igual manera debemos de practicarlo de forma independiente de cualquier obligación y de cualquier necesidad, pues cuando mezclamos diversos factores que nos obligan a olvidar nuestra ética volvemos mas turbio el mundo del abogado, colocando a merced de cualquier cliente que mas pague nuestro conocimiento de derecho, lo cual en lugar de enaltecer el derecho lo denigra.


10) BIBLIOGRAFÍA

  • PÉREZ, I. (1999) Los valores éticos que promueven los psicólogos mexicanos en el ejercicio de su profesión. México, Universidad Iberoamericana.
  • Contreras García Susana  (2002) La Ética en la Vida Profesional. México, Editorial Trillas
  • Menéndez  Aquiles (1992) Ética Profesional. México. Herrero Hermanos
  • Couture Eduardo (1996) Los Mandamientos del Abogado. México. Miguel Ángel Porrúa

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